El Quijote es un eslabón más de una labor que Luis Hostalot lleva desarrollando desde que leyó por primera vez un capítulo de ese libro que parece contenerlo todo: El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha, de Miguel de Cervantes.
Una dramaturgia sobre la obra cumbre de la lengua castellana que acerca la genial obra de Cervantes a todos los públicos, con la escenografía concentrada en dos maletas, que además de contener la utilería y el vestuario, creado a partir de objetos de la vida cotidiana, incluida la armadura y el caballo Rocinante, da lugar a la aparición de diferentes personajes de la novela, el legado de los textos cervantinos y la tradición teatral del Siglo de Oro.