No todos los cuadros tienen la misma luz se adentra en las problemáticas sociales cotidianas tales como el miedo, la desilusión y la culpabilidad, pero también en el amor, la esperanza y la ilusión. Y como en la vida misma, el efecto mariposa lleva a un giro dramático en la obra que no dejará al público indiferente. Un final con muchas lecturas que puede hacer que cada persona llegue a tener su propia reflexión.