En Rinconete y Cortadillo nos sumergiremos en el rico lenguaje de Cervantes con tan sólo dos actores que, a modo de Ñaque, interpretarán varios de los personajes que habitan la acción de la novela. Viajaremos del presente al pasado de la mano de nuestros protagonistas y nos tomaremos la licencia de mezclar, agitar y lanzar sobre las tablas cuestiones universales de hondo calado, impresas en los textos cervantinos, pero siempre, como nos enseñó el maestro de nuestra literatura, con un tono lúdico y festivo, cercano al entremés del que Cervantes era un gran conocedor y artífice en su época.
Un espectáculo, con versión de Alberto Iglesias, luminoso, de memoria y de conocimiento del más clásico de nuestros clásicos a la vez que señalamos nuestra fe inalterable en un teatro de antes, que es el de siempre, sin más pretensión que hacer partícipe al espectador de nuestros ingenios, burlas y asombros.