La felicidad puede ser desde hacer la croqueta en pelotas a chupar la cabeza de una gamba o que alguien nos la pele (la gamba), un momento concreto de las fiestas de nuestro pueblo, una voz, una canción, el mar, un orgasmo… ¡Raffaella Carrà, por supuesto! A cada cual con su felicidad ¡Qué más da!
Sobre esto reflexiona Rakel Camacho en 10% de tristeza (Comer, cagar y volver a empezar) junto a Teresa Rivera, Carlos Troya, Antonio Sansano y Julia Monje, intérpretes que, revoltosos y reflexivos, agarran los lenguajes escénicos por las patas y los zarandean para ver qué sacan de ellos. Momentos explosivos, escatológicos y sentidos para generar sensaciones encontradas, entre lo divertido y lo profundo.
El texto, la danza, la performance, todo sirve para cuestionarnos sobre qué es la felicidad. ¿Podemos hablar de lo que nos hace felices? ¿Debemos? ¿Por qué nuestra felicidad produce urticaria a los demás? ¿Por qué esa necesidad de mostrarla de cara a la galería? ¿Es esa la verdadera sensación de felicidad o es algo más interno, más pudoroso, más íntimo? Unas cuantas preguntas expuestas sobre un lecho de confeti, que nos lanzan festivos, nostálgicos y rabiosos, para que cada cual se las lleve puestas como mejor sepa y masticarlas de camino a casa. Así es este espectáculo que cada espectador nos contará de una manera diferente.