Una perspectiva poliédrica

Altsasu

Altsasu
22/01/2024

Esta propuesta marcada por la controversia demuestra que hay personas que critican desde el prejuicio y sin haber visto la obra. En este montaje, la dramaturga y directora María Goiricelaya, nos plasma una situación real desde un punto de vista escénico con un enfoque poliédrico.

La situación política en el País Vasco ha sido compleja y sigue siéndolo. La polarización solo aleja y confronta, hacer un trabajo por valorar diferentes puntos de vista ante una situación de forma pormenorizada es lo que nos une como especie humana.

En esta versión escénica de los hechos acontecidos en Altsasu en 2016, Goiricelaya transmite esta dualidad desde un ejercicio empático. Personajes que cambiando de chaqueta son de un bando u otro, situaciones donde se refleja esta visión radicalizada en diferentes interlocutores. Tanto es así, que me consta (igual que en el documental de Évole – No me llame Ternera-) que las críticas vienen de ambos lados. Personalmente, creo que ese es un indicativo de que las cosas se han trabajado bien, intentando ver los claroscuros de la situación en sí.

Desde el punto de vista teatral, Goiricelaya cose y descose el escenario con elementos mínimos centrándose en la interpretación de los personajes. El desafío de trabajar diferentes personalidades y perfiles es resuelto por los actores con una interpretación excelente, barajados con un ritmo en el que es imposible perder la atención.

Esta obra lleva al debate posterior, como país democrático que somos, me alegra saber que podemos seguir debatiendo diferentes puntos de vista aunque no los compartamos (o solo parte y no en su totalidad) porque es lo que nos hace seguir creciendo a nivel humano. Como decía José Luis Artsuaga en una conferencia «si la tribuna estuviera llena de lobos, no podríamos seguir hablando, por suerte, somos humanos».

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