Si pensamos en marionetas, seguramente se nos venga a la cabeza la palabra “infancia”… Pero por el rótulo y la advertencia del cartel, ya podréis intuir que Avenue Q es un musical creado para “niños grandes”.
Un guiño a Barrio Sésamo, con el que muchos crecimos, que se puede percibir desde el momento en el que pisas el patio de butacas y ves una marioneta de Epi deambulando entre el público.
¿En el escenario? Un vecindario en miniatura que escala a tamaño real a golpe de canción.
“Qué mierda ser yo”, “Si tú fueras gay”, “Todos somos algo racistas”, “Internet es para el porno”… Son algunos de los títulos que suenan a lo largo de la historia. Como veis, nada infantiles…
Son temas llevados al extremo, a veces mostrados de forma MUY explícita y rozando el humor negro, pero que hay que entender como lo que es: una comedia donde, tras toda esta parafernalia, se esconde realmente una crítica social.
El guion, adaptado a Madrid, resulta aún más divertido. Pero si hay algo a destacar, es el papel de los actores, grandes titiriteros, que manejan las marionetas de una forma tan brillante, que al final parece que adquieren vida propia.
En definitiva, se trata de un musical diferente, desternillante, macarra y con su puntito tierno, que te hará querer empadronarte en Avenue Q.