En un momento en el que la salud mental por fin está comenzando a tener voz en el debate social a muchos niveles, la cartelera madrileña acoge una obra cuyo tema central es el suicidio, pero amplía miradas sobre lo que esto significa.
Ayer intenté suicidarme tienen un tratamiento sincero y abierto y con una exposición fija en el público. Esta propuesta de Diego Da Costa y Julio Viñuela Gavela se desarrolla en 4 partes que representan 4 perspectivas sobre un mismo acontecimiento. Aquí radica la astucia de esta pieza, en saber ampliar las consecuencias y las vidas que se ven afectadas por el intento de suicidio de una persona en común.
Pablo Blanco, Chema Coloma, Clara Galán y Paula Martínez son el elenco que desarrolla esta historia que, a la vez, son varias extensiones de la misma. Organizada en monólogos, vamos reconstruyendo diferentes puntos de vista y armando una frágil, pero cuidada propuesta que esquiva muchísimos estereotipos con los que nos toca convivir día a día. De esta forma, esta no es una obra necesaria, como se suele decir de tantas otras. Es una obra abierta y que da la mano a cualquier persona que haya pasado por lo mismo, que haya tenido la muerte demasiado cerca o que quiera acercarse o conocer una realidad que es la primera causa de muerte externa en nuestro país.
Como apunte extra, el último personaje de la pieza es demoledor. Es el final perfecto para abrir otra vez (y las veces que haya falta) una charla que como sociedad aún tenemos pendiente. Se trata de un personaje ligado a las redes sociales, al tipo de mensaje que se difunde en ellas ante una situación así y a la hipocresía con la que seguimos actuando frente a una pantalla. Esto, unido a la idea de presentación de la obra a modo de película, de algo ficcionado que nos sentamos a ver desde una butaca, hace aflorar mucho la idea de lo mucho que tenemos mejorar aún en nuestra vida cotidiana.