Hace mucho tiempo que sigo la trayectoria de Berto Romero, ya sea en televisión, radio y teatro, pero esta es la primera vez que le veo en vivo y en directo sin pantallas de por medio y sin ondas radiofónicas que me acompañan en los fines de semana, por lo que iba con grandes expectativas, grandes nervios y muy contenta de poder desvirtualizar a Berto.
Llevo una semana difícil y haberme podido reír de verdad durante una hora y media, ha sido como una liberación enorme, porque finalmente he conocido el verdadero significado de la RISOTERAPIA con mayúsculas.
Ha sido empezar a hablar y no poder dejar de reír, e incluso ha habido varios momentos en los que la risa y las lágrimas se juntaron en mi rostro y fue bonita esa sensación de que el teatro cura corazones rotos, cura malos momentos y/o cura un día horrible. El teatro es terapéutico y liberador.
El espectáculo que Berto Romero nos muestra es una locura en toda regla, donde le podréis ver: cantar, bailar, poniendo voces, dirigiendo la escenografía y mil cosas más.
Berto es un hombre orquesta con un espectáculo interesante y muy dinámico.
Hablando del tipo de humor que podréis ver en Mucha tontería, es un humor muy irónico, muy irreverente, muy original, pero sobre todo es un humor sano. En algunos momentos puede sonar fuerte lo que nos narra o cuenta, pero todo tiene su explicación, Berto es una persona muy inteligente y no da puntada sin hilo, ¡por lo que no os asustéis con él!
Todavía me sigo riendo y ya hace casi dos horas que he llegado a casa. ¡Gracias, Berto!