Berto Romero: Mucha tontería

Hace mucho tiempo que sigo la trayectoria de Berto Romero, ya sea en televisión, radio y teatro, pero esta es la primera vez que le veo en vivo y en directo sin pantallas de por medio y sin ondas radiofónicas que me acompañan en los fines de semana, por lo que iba con grandes expectativas, grandes nervios y muy contenta de poder desvirtualizar a Berto.

Llevo una semana difícil y haberme podido reír de verdad durante una hora y media, ha sido como una liberación enorme, porque finalmente he conocido el verdadero significado de la RISOTERAPIA con mayúsculas.

Ha sido empezar a hablar y no poder dejar de reír, e incluso ha habido varios momentos en los que la risa y las lágrimas se juntaron en mi rostro y fue bonita esa sensación de que el teatro cura corazones rotos, cura malos momentos y/o cura un día horrible. El teatro es terapéutico y liberador.

El espectáculo que Berto Romero nos muestra es una locura en toda regla, donde le podréis ver: cantar, bailar, poniendo voces, dirigiendo la escenografía y mil cosas más.

Berto es un hombre orquesta con un espectáculo interesante y muy dinámico.

Hablando del tipo de humor que podréis ver en Mucha tontería, es un humor muy irónico, muy irreverente, muy original, pero sobre todo es un humor sano. En algunos momentos puede sonar fuerte lo que nos narra o cuenta, pero todo tiene su explicación,  Berto es una persona muy inteligente y no da puntada sin hilo, ¡por lo que no os asustéis con él!

Todavía me sigo riendo y ya hace casi dos horas que he llegado a casa.  ¡Gracias, Berto!

Berto Romero no necesita presentación. Para ese pequeño tanto por ciento de la población que no sepa quién es, debería saber que Berto Romero es humorista, guionista y actor, que ha trabajado para cine, teatro y televisión. Como la mayoría, yo supe de su existencia como colaborador en el programa de Buenafuente...años ha.

Nunca había tenido la oportunidad de ver un espectáculo completo suyo, más allá de colaboraciones y monólogos. Verle anoche fue llevar una sonrisa puesta durante 80 minutos. Cierto es que tiene un humor demasiado negro para lo que estoy acostumbrado y algunos momentos pueden resultar ofensivos para personas con cierta sensibilidad pero, si eres de los que todo te resbala, este es tu espectáculo.

El hilo conductor pretende ser la crisis de los cuarenta a la que se está enfrentando, dejando atrás la juventud y convirtiéndose en padre responsable. Y digo "pretende" porque la historia se interrumpe constantemente con una parida tras otra, dicho con todo cariño, que te va dejando cada vez más descolocado. Mención especial debo hacer al conjunto de canciones originales (originales en todos los sentidos de la palabra) interpretadas en directo por Berto y su guitarrista.

Qué bueno hay que ser para que parezca que ciertas partes de un guión parezcan improvisaciones.

Berto vuelve a los escenarios con “mucha tontería”, con conocimiento de toda una vida dedicada a una carrera humorística basada en las “tonterías”. Vuelve siendo, a la vez, el mismo de siempre y algo muy distinto.

Se trata de un show mucho más íntimo, con muchas miradas al pasado, a lo que le ha llevado hasta aquí, a lo que le ha cambiado la vida. Berto es ahora un hombre mucho más maduro, con un largo recorrido sobre los escenarios. Vuelve con mucha tontería, pero a la vez con un discurso mucho más serio y consciente acerca de lo que la vida le ha brindado.

Pero que nadie se alarme, Berto vuelve igual o más gracioso que nunca. Se trata de un show en el cual el público se ríe, junto a él, de todos los cambios que ha habido en su vida: desde los cambios que tener tres hijos le ha supuesto a la hora de usar el baño a las siete de la mañana, hasta los problemas que supone tener que iniciarse en el deporte “antes de que sea demasiado tarde”.

Con una risa mantenida que estallará en grandes carcajadas en ciertos momentos del show, Berto Romero conseguirá, junto con Iván Lagarto y su guitarra, que la gente disfrute de este viaje por la vida del cómico. Mediante canciones y reflexiones varias, en Mucha tontería acompañamos a Berto en un repaso de lo que han sido estos 20 años dedicados a la comedia y todo lo que su vida ha cambiado desde entonces (su boda, su familia, su fama, su propio cuerpo…). Berto vuelve con Mucha tontería, pero aún le queda mucha más por dar.

Este show se trata de un espectáculo con mucha tontería, mucho de lo que Berto nos lleva ofreciendo durante 20 años. Con un enfoque más íntimo, Berto nos abre las puertas de su vida con la ayuda de una guitarra para asegurarnos una noche de risas y carcajadas.

Creo que esta cita de Berto Romero es bastante fiel a como se podría brevemente resumir su nuevo espectáculo, ‘Mucha Tontería’. Después, ‘Berto, sigue cono nosotros’, el cómico vuelve con un showrenovado y más “maduro” pero con la misma habilidad de cachondearse sobre los instintos más básicos y mundanos.

Sin parar mofarse del público, empieza a explicar su experiencia sobre los escenarios durante su carrera profesional y también personal. Su familia, y en concreto lo que gira en torno a sus tres hijos, es objeto de gran parte de sus bromas a lo largo de la función. Y a pesar de que no deja de meterse con todo tipo de clichés como los vegetarianos, los calvos, el aspecto físico, el matrimonio, la religión, la SGAE o el sexo, destaca con creces la explicación que da sobre cómo perder la dignidad a la acudir al gimnasio o al nadar en la piscina.

Ya sabíamos que a Berto le gustaba cantar pero en ‘Mucha Tontería’, la música toma partido y se convierte en un elemento esencial. Le acompaña a la guitarra Iván Lagarto, productor de éxitos a YouTube como el remix ‘El Caloret’ de Rita Barberà o el “si ya sabes cómo me pongo pa que me invitan”. Empieza con un ingenioso rap sobre cómo es su día a día desde que se levanta hasta que se va a dormir, e incluso se atreve con el flamenco.

Tanto si sois profundos admiradores de este showman si no lo habéis visto nunca en acción es imposible no salir de su función con una sonrisa de oreja a oreja después de tanta tontería.

¿Quién no conoce a Berto Romero hoy en día? Todos lo hemos visto en televisión y tenemos claro que es un showman con mayusculas, una mente rápida con un gran ingenio y con pocos pelos en la lengua.

En este espectáculo vemos a Berto en todo su esplendor. Reparte con ganas y hay para todos, pero no se queda en su humor irreberente habitual. Mete el dedo donde más duele, en lo innombrable. Habla de pederastia, de redes sociales, de cuerpos esculturales en cabezas mediocres, dice verdades como puños sobre las "bondades" de la paternidad e incluso habla con Diós y no le llama guapo precisamente.

Humor negro del bueno y a lo bestia, sin tapujos ni censuras. Si no quieres que te arranquen de tu mundo de color a golpes, mejor no vayas a verlo.