Tres obras, tres estilos, tres países. Best of Be Festival 2018 es un torbellino de propuestas de alta calidad artística. El primer plato llega de la mano de Marc Oosterhoff (Suiza) que deja a los espectadores con el corazón en la boca y la mirada atónita. Imposible pestañear mientras intercala chupitos con vueltas en el aire, imposible respirar mientras clava un cuchillo vertiginosamente entre los dedos de su mano extendida sobre una tabla de madera.
Media hora después llega Tom Cassani (Reino Unido) que usa técnicas de ilusionismo y crea un clima que intimida con acciones que todos diríamos: ¡Son inviables, tío! Un ejemplo… el chaval se martilla un clavo de 15 centímetros en la nariz. Puede resultar asqueroso, pero sus expresiones generan suspiros y hasta risas entre el público.
El tercer espectáculo del festival es una joya. Cie. Kirkas (Francia) combina la ingeniería informática para generar un caos hilarante al crear música en directo a través de malabares. No se asusten si el rey del Control Freak los invita a pasar al escenario y ser parte de este show, porque puede ser de lo más asombroso que vivan en el último tiempo. Su show hipnotiza. Nunca había visto nada igual en mi vida.