Piensa mal cuando escuches hablar de esta obra y acertarás. Claro que lo harás y no te arrepentirás de asistir al Teatro Maravillas para presenciar una de las obras que más tiempo lleva en cartel. ¡Nueve temporadas nada menos!
Como su título sugiere provoca efectos secundarios porque consigue que salgas con un buen estado de ánimo y con dolor de boca y de manos de tanto reír y aplaudir.
Hay un guion muy bueno y trabajado por un repartazo increíble, donde podrás volver a ver a Eloy Arenas, que está sublime. Es de agradecer la entrega y el esfuerzo que ponen para que una obra así tenga tanto éxito. Puede que cuando asistas no sean los mismos actores de otras temporadas pero merece la pena porque la esencia del espectáculo está.
El buen rollo que generan en el escenario, a pesar de los temas que se tratan, está muy bien conseguido y convierten la función en una sesión de risoterapia. No hay nada mejor que reírnos de nosotros mismos y ver humor allá donde solo hay tragedia.
Si has escuchado hablar de ella muchas veces pero no has podido ir, te recomiendo que no hagas como yo, ¡ve en seguida y disfruta de un clásico del teatro español!