Tenía muchas ganas de ver el montaje que habían preparado La Fura dels Baus de la Cantata de Carl Orff, “Carmina Burana”, así que no me lo pensé dos veces y fuí corriendo a comprar las entradas.
La Fura es excentricidad, innovación, adaptación, ritmo, evolución y transgresión. La inquietud y la necesidad constante de explorar nuevas tendencias artísticas han hecho que sus espectáculos tengan un lenguaje, un estilo y una estética propios. Escenificar “Carmina Burana” era todo un reto. Como era de esperar la Fura se han superado con creces.
-Carmina Burana es una obra musical del compositor Carl Orff.
La composición combina de forma sorprendente los textos medievales de cantos de los siglos XII y XIII, con la música vocal e instrumental del siglo XX. La obra de Orff, que tiene el mismo título que la colección de poemas medievales, tiene forma de cantata escénica, y se estrenó en 1937. Su fragmento más conocido es el «O Fortuna», que constituye la primera parte del preludio y que se repite al final de la obra.
Orff subtituló la composición: “Cantiones profanae cantoribus te Choris cantandae comitantibus instrumentos atque imaginibus Magic” (en latín: canciones laicas para cantantes y coreutas para ser cantadas con instrumentos e imágenes mágicas).
La versión de Orff forma parte de una trilogía junto con Catulli Carmina y Trionfo di Afrodita.
De la colección completa de los Carmina Burana, Orff escogió 25 canciones y las ordenó de modo que pudieran representarse en un escenario, aunque en la actualidad se suele interpretar en versión concierto, la Fura del Baus nos ha hecho una versión escenificada realmente extraordinaria y de un nivel increíble.
-En Cuanto a la música, se amolda perfectamente a la sencillez de los textos. Aproximadamente la mitad de las piezas son canciones donde la melodía se repite en cada estrofa casi sin variantes; es el ritmo el encargado de dar variedad al conjunto, para evitar cualquier monotonía. Esta riqueza rítmica es, quizá, la característica más importante del Carmina Burana de Orff.
-Su Temática es completamente profana, aunque se vivía en un siglo donde el dominio de la iglesia era abrumador. Los poemas medievales, escritos en una antigua forma de alemán y en latín, eran a menudo picantes, pero sin ser obscenos.
-Los Autores de estos cánticos profanos, anónimos en casi todos los casos, hacían de sus textos críticos de la manera de vivir los poderosos y alabanzas a los del buen vivir de los demás. Son poemas pegajosos que se convertían en canciones pegajosas, que nos hablan del amor, la primavera, la fortuna y la taberna.
Canciones de amor (exaltación del amor … pero no del amor platónico, precisamente), canciones de alabanza a la bebida (alcohólica) y al juego, canciones satíricas de burla del poder establecido, incluso el eclesiástico .
Hay textos alegres, pero también los hay tristes y melancólicos.
-Aunque La música es de Carl Orff, se han incorporado nuevos arreglos musicales para esta ocasión a cargo del director musical José Vicente.
La composición es muy sencilla, con música muy lineal, sin casi ninguna repetición del texto, algo muy común en los textos cantados, pero en cambio hay continuas repeticiones de la música en los retornos que la hacen muy pegajosa, de este modo Orff mantuvo el espíritu original de los cánticos: ser capaz de ser cantados y recordados de plaza en plaza, de pueblo en pueblo, de salón en salón y de taberna en taberna, en una época en la que prácticamente nadie sabía leer y la tradición oral lo era todo. Durante toda la obra la música es muy simple y los retornos enganchan y son muy efectivos.
-En el espacio escénico hay un gran cilindro de tela, de unos diez metros de diámetro, que rodea a los diez músicos que forman la World Orchestra Soloist. Sobre esta tela se proyectando una serie de imágenes durante toda la representación: una Luna gigante, el deshielo, cascadas de agua, unos labios rojos, un ojo gigante, la vendimia … A los lados del cilindro están colocados los componentes de la Polifónica de Puig-reig (once sopranos, diez contraltos, once tenores y nueve bajos), separando a un lado las mujeres y al otro lado los hombres. La escenografía se completa con un recipiente de cerca de metro y medio de altura lleno de agua, donde se desarrolla gran parte del espectáculo. Máscaras, grúas, agua, fuego, un vestuario moderno, un cuidado maquillaje … En fin, un montaje espectacular!
-El Reparto está formado por dos sopranos (Amparo Navarro y Beatriz Díaz), un barítono (Toni Marsol) y un contra tenor (Jordi Domènech), los corazones (corazón grande, corazón pequeño y coro de niños) set bailarinas y los actores de la Fura. En total más de unas sesenta personas actuando arriba y abajo del escenario.
La obra termina con la rueda de la fortuna en el mismo lugar donde nos la encontramos al comienzo, nada ha cambiado en el mundo durante la hora y pico que dura la obra … o quizás sí …
El público entusiasmado hemos aplaudido con fuerza y de nuevo ha vuelto a sonar un «O Fortuna» espectacular. ¡Mejor imposible!
¡Un imprescindible que no os podéis perder!
