La compañía Ron Lalá demuestra el poder que tiene y ha tenido el teatro desde que nació de la mano de la poesía. Con la personificación del arte que Aristóteles defendió a la “Poética”, Ron Lalá nos ofrece un recorrido por la historia del teatro con una clase magistral de metateatro, en el que se conoce como un teatricidio.
Con los pilares característicos de la compañía: ell humor y la música en directo, el escenario acoge un encuentro de todos los factores que pueden configurar el teatro en estado puro: el texto, la luz, los personajes, el sonido, los malvados y los protagonistas. La trama sencilla de “buenos y malos” queda eclipsada por un trasfondo fenomenal. La gran puesta en escena y el juego de sombras y luces ayudan a perfeccionar este repaso exhaustivo del teatro como arte: desde las partes del escenario, pasando por las figuras más importantes pero escondidas en la sombra, como los regidores y los técnicos, acabando con los autores más relevantes que son parte de la historia del teatro.
La compañía aprovecha la ocasión para hacer una crítica, teñida de comedia y sátira, de la situación actual del teatro dentro del panorama cultural español y proporciona al público la oportunidad de formar parte del espectáculo dejándolo reír, gritar y aplaudir, y es que como dijo Aristóteles: “no existiría el teatro sin el público”. ‘Crimen y telón’ no te deja indiferente y abandonas la butaca con la agradable incertidumbre de saber si lo que has vivido ha sido realidad o ficción, hasta que la posibilidad de comprar el texto de la representación te abre los párpados y te hace despertar de la ficción vivida.