El musical no pasa de moda

La importancia de llamarse Ernesto

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La importancia de llamarse Ernesto → Teatro Pavón
04/08/2018

Podrán pasar 100 años más y seguramente la frescura que tiene hoy en día el texto de Wilde, La importancia de llamarse Ernesto, estará todavía vigente y a la orden del día. Porque la falsedad y la hipocresía nunca pasan de moda.

No es de extrañar, por lo tanto, que se haya escogido este texto para volverlo a representar, esta vez en una versión musical con composición de Paula Jornet. Con una puesta en escena bastante sencilla y realista, pero que consigue hacer fluctuar la historia entre los dos espacios, las dos casas en las que pasa la acción, se nos van presentando tanto los personajes como los diferentes elementos escénicos y narrativos.

Si bien durante gran parte del primer acto me pareció que a la historia le costaba arrancar, quizás por el texto, quizás energéticamente, hacia la mitad, la obra arranca y consigue mantener cautivado el público, y sobre todo, hacerle reír. Con una espectacular Laura Conejero, que resulta hilarante y que te deja con ganas de más, de que vuelva a escena para decir más barbaridades, creo que es a partir de su entrada que la obra va hacia el lugar donde quieren ir.

Paula Jornet y Paula Amalia interpretan unos personajes que pasan del odio al amor mutuo en un momento, mostrándonos su locura y celos ocasionadas por un malentendido. También hilarantes.

David Verdaguer sabe llevar muy bien el ritmo de toda la obra, y con su personaje guía la narrativa con mucho de humor.

Finalmente, Mia Esteve y Norbert Martínez, que comparten la que encuentro la mejor canción del musical, la más divertida. Gran momento.

Aun así, si se quería hacer una versión musical, he echado de menos actores de musical, cosa que siempre se agradece en un musical, actores que también sean cantantes.

En resumen, un espectáculo bastante divertido y bastante bien rematado, que tiene la finalidad de gustar al gran público y hacer pasar un muy buena rato.

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