Siempre es un lujo ir al Español, uno de mis teatros favoritos de Madrid, y en esta ocasión he podido ver Romeo y Julieta despiertan…, una obra con texto de E.L. Petschinka y dirección de Rafael Sánchez.
Los protagonistas despiertan después de cincuenta años de un largo sueño, pero no se reconocen. Romeo, que no se acuerda de nada, tan solo ve en Julieta a una dama «que está muy bien»; y Julieta tan solo ve en Romeo a un caballero anciano y despistado. Los dos personajes creen que todavía son un par de adolescentes. Ella cree que durmió tres días y espera ansiosamente a su eterno amado. Él, por su parte, no se acuerda de nada.
Una escenografía escasa pero muy efectista que da protagonismo a los personajes. La iluminación juega un papel importante, de hecho, el escenario está presidido por una estructura metálica circular con focos que se mueve al son de la acción. Destaco también un elemento muy valioso, la música, que actúa como uno de los pilares del montaje. En ocasiones algo estrafalaria, pero desde mi punto de vista, muy acertada.
Ver a dos de los actores más prestigiosos de este país, es una master class del saber hacer sobre las tablas. Ana Belén y Jose Luis Gómez vuelven a darnos una lección de cómo se debe actuar, del significado del control del cuerpo, de la perfecta dicción, de la entonación, la proyección de la voz, del respeto por la profesión y por el público. Son dos animales de escena que provocan que el público se levante y se rompa las manos de aplaudir. Son un delirio.
Completan el elenco José Luis Torrijo, en un registro cómico, muy gracioso, y David San José al piano, e Irene Rouco que nos ameniza con el chelo.
Es una combinación de drama con toques de comedia, con un cuadro actoral excepcional. Si os gusta el teatro y queréis aprender, no os lo podéis perder.