El cuerpo más bonito que se habrá encontrado nunca en este lugar es el primero de un conjunto de tres textos escritos para un intérprete que pertenecen al «Tríptico de la epifanía» y que habla de la destrucción de la belleza y de la necesidad de la expiación. El texto, ganador del XLV Premio Borne de Teatro 2020 Círculo Artístico Ciutadella, es de Josep Maria Miró.
Se trata de un monólogo a siete voces interpretado por Pere Arquillué y dirigido por Xavier Albertí.
Cuando se juntan un gran autor, un gran director y un gran actor, ¿qué se puede esperar? Una obra fascinante, extraordinaria, una auténtica joya teatral de estructuración simple, pero a la vez complejo. Un texto que desprende emoción, verdad, esperanza y luz.
El cuerpo más bonito que se habrá encontrado nunca en este lugar es el brutal asesinato de un chico de diecisiete años en una comunidad rural, donde salen a la luz los deseos y secretos silenciados de sus ciudadanos.
Se trata de un texto lleno de capas en el cual, lo que no se nombra es tan importante como lo que se expresa. No se trata de buscar quién ha sido el asesino, sino cuáles han podido ser las causas de este crimen.
Miró centra su mirada en la fragilidad de los cuerpos, en el deseo, la destrucción y la autodestrucción, en el dolor y la humanidad.
La escenografía es austera, oscura. Una cámara negra con un solo foco sin ningún tipo de intensidad ilumina directamente al actor. Una cortina roja esconde detrás de él, la transparencia de una pintura de carácter barroco con simbología religiosa que poco a poco va teniendo más visibilidad. Evocaciones bíblicas y espirituales de gran trascendencia poética, como la intervención de dos músicos (Quim Reixach y Sergi Llopart), que tocan en directo el Actus Tragicus de la cantata 106 de Bach, compuesta el 1707 para un funeral, que esconde un mensaje de triunfo y de esperanza de una gran intensidad y tensión espiritual.
Un único actor en escena interpreta los siete diferentes personajes de una comunidad. A través de su voz vemos las almas de los personajes y su energía interior sin ningún tipo de máscaras. Un trabajo de interpretación digno de un gran actor por la gran dificultad que representa llevar a escena este texto. Todo un reto del cual el actor Pere Arquillué sale con nota, mostrando una vez más que es uno de los mejores actores que tenemos actualmente. Un ejercicio de interpretación brutal, fascinante, merecedor de todos los premios y reconocimientos teatrales de esta temporada.
Finalmente, me gustaría destacar el magnífico trabajo de dirección de Xavier Albertí. Para que todo funcione como un reloj es imprescindible la batuta de un buen director. Xavier Albertí ha sido capaz de transmitir toda la grandeza del texto de Miró y extraer todo el potencial interpretativo de Pere Arquillué.
El cuerpo más bonito que se habrá encontrado nunca en este lugar habla de las consecuencias y de los silencios, de los deseos inconfesables, de las emociones y de los pensamientos. Es una historia que remueve y que nos invita a reflexionar sobre las cosas que normalmente silenciamos.
