Un vagabundo, un burgués y los que vienen de fuera

El encuestador

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El encuestador → Sojo Laboratorio Teatral
22/09/2025 - Sojo Laboratorio Teatral

Si tengo que ser sincero conmigo mismo y no caer en la adulación gratuita e innecesaria, a pesar de que la obra duró apenas una hora, he de decir que se me hizo larga. Es posible que se debiera a factores ajenos a la calidad del texto, desde luego lo son respecto a la gran labor de los actores. El calor que se soportaba dentro de la sala sin duda fue uno de ellos, una sala abarrotada, lo que no deja de ser anecdótico puesto que apenas tiene aforo para unas cuarenta personas. La estructura tan repetitiva de la puesta en escena también tuvo su influencia, y sin duda una causa importante fue el que tal vez yo no la entendiera del todo, aunque el tema subyacente quedó muy claro desde el principio, bastante obvia la referencia a hechos del pasado reciente de nuestra nación que todavía han dejado una herida abierta.

¿Quiénes hacen las revoluciones? ¿El pueblo o los burgueses? ¿Nos dejamos manejar a cambio de un plato de pescado al horno con patatas asadas? ¿Y qué coño es una nación? Un vagabundo resignado y coherente, con un punto de idealismo inocente. Un burgués receloso e inflexible, bastante xenófobo y clasista, aunque lo camufle bajo falsos pretextos y argumentos tergiversados y cargados de mentiras. Ambos interpretados magistralmente por Paco Churruca y Alberto Campón. Una crítica cargada de ironía y en ocasiones de comicidad hacia un referéndum camuflado de encuesta y hacia la unilateralidad impuesta bajo la fingida premisa de unos derechos alienados. Lo de siempre, ideales maquinados por los de arriba para manipular y dirigir a los de abajo. La maquinaria del nacionalismo utópico al servicio de los más fuertes.

En eso sí que es un éxito la obra. Saca un tema del que todos tenemos opinión y se lo lanza al espectador para que reflexione. El problema es que lo exprime demasiado, y deja muy clara su postura. Y aunque desde mi punto de vista es una postura bastante acertada, también creo que puede llegar a ser un poco simplista y obviar cuestiones importantes. También en esto, como en casi todo, hay claroscuros que desde fuera se nos escapan. En cualquier caso ni por asomo pienso que haya perdido el tiempo viéndola, y aunque no diría que muy, sí que la calificaría de recomendable. Los precios de las entradas son muy asequibles, y ahora que llega el fresquito, la temperatura en la sala dejará de ser un hándicap. Un buen plan para disfrutar de algo de cultura y de dos grandes interpretaciones después de las cervezas de la tarde y antes de las copas de la noche. Y para los nostálgicos, el Calderón pillaba muy cerca.

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