Hablaba en serio cuando, a raíz de ver la actuación de Santi Rodríguez (¡No vayas a la luz!), afirmaba en que al mal tiempo había que ponerle buena cara. ¿Que la vida te la juega? Juega con ella y gánale la partida.
Rubén Ramírez fue el Mickey Rooney español de los años 90, solo que sin casarse con Ava Gardner (si no sabes quieres fueron ni Mickey Rooney ni Ava Gardner, yo ya tengo una edad pero tú un gran problema). Rubén fue un niño prodigio que se dedicaba a hacer imitaciones de famosos de plató en plató de televisión y al que se rifaban las cadenas de televisión para que apareciera en sus series. Sólo había un problema, y es que Rubén sabía imitar, no actuar (aunque lo hace mejor de lo que él dice), así que las cadenas fueron dejando de llamarle y, de la noche a la mañana, se convirtió en uno más de los juguetes rotos del mundo del espectáculo. Cuando creció (no como Mickey Rooney) tuvo que trabajar en la carpintería de la familia después de acabar la carrera y el máster. ¿Les suena la situación: dejar que el talento se desperdicie o emigre? Todo muy español, sí.
¿Quieres saber la verdad de lo que le pasó a Rubén y cómo pasó?¿Quieres, además, reirte durante hora y media? No tienes excusa para no venir a ver este pseudo-monólogo que aterriza en Madrid después de tres temporadas en Barcelona.