Nos castigamos con nuestro propio ruido…

El ruido de Júpiter

A partir de 12,00€
Comprar Entradas
El ruido de Júpiter → Teatro Lara
31/07/2025 - Teatro Lara

Gabi y María son dos amigos que se reúnen en una habitación de hotel para poner fin a sus vidas. Esta obra representada en el Teatro Lara trata el suicidio con normalidad dejando a un lado el tabú. Salí con una mezcla de emociones entre el corazón en un puño y con una esperanza de seguir encontrándole un sentido a vivir.

Ya que hablo de Esperanza, introduzco al otro personaje de la obra que está sentada entre el público. Esto hace la obra más dinámica y con puntos de comedia asombrosos. Ella llama desde una telefónica que asiste a personas que quieren suicidarse. No es hasta el final donde se muestra indignada ante la posible decisión de ambos y se enfrenta de forma severa y seria hacia ellos.

¿Qué decir de los actores y las actrices? Los tres están brutales en escena. Se emocionan ellos y te hacen emocionar. A mí me sacaron continuas carcajadas a la par que se me escapó alguna lágrima. Gracias por vuestro trabajo: Rodrigo Arahuetes, Elisa Arbesú y Verónica Almeida. El momento en el que el personaje de Gabi pidió un abrazo directamente a una mujer del público y ésta se levantó, te desgarra y te alivia.

La crudeza del espectáculo está en que uno de ellos, Gabi, acaba dándose una oportunidad de encontrar sentido a su vida. Se representa en un ascensor simbólico donde él sigue subiendo plantas. Sin embargo, María no corre la misma suerte. La vida se presenta así y este final te permite reflexionar más sobre el valor que tiene la vida.

En definitiva, lo que más me sorprendió fue el saber tratar un tema como el suicidio con una profundidad tan singular y con un humor tan descabellado. Sin duda la dramaturgia de Elisa Arbesú consigue este efecto. Se nota el mimo y el cariño de la dirección por parte de Ana Muñoz y Manuel Muñoz. No puedo dejarme sin mencionar a la escenografía de la LALEGRE COMPAÑÍA que se combina a la perfección con la iluminación y sonido de Pau Duvide y Kevin Dornan. Todas las partes te meten de lleno en el lenguaje de la obra. Sales y entras con ellos. Viajas a sus sueños y miedos. Una obra que se la recomendaría a cualquier persona.

Por último, no quiero desvelar el por qué del nombre de la obra. Para ello, recomiendo que vayas a verla. Se puede destripar la trama en un comentario, pero hasta que no la ves no puedes sentir su mensaje. El Ruido de Júpiter es teatro sin lugar a dudas. Mi enhorabuena a todo el equipo.

← Volver a El ruido de Júpiter

¡Enlace copiado!