El toro que mató a Juan «El chiqui» ha llegado para quedarse en el teatro Alfil y sacarnos unas cuantas carcajadas. La obra comienza con la muerte de El chiqui, y asistimos al ascenso y caída de su hijo intentando alcanzar a la sombra de su padre en el mundo de la tauromaquia. Una obra que pasa por la nostalgia y lugares con sus luces y sombras de la tradición española. En ocasiones no se distingue si es sátira o ensalzamiento y navega en esa ambigüedad, que deja esa interrogación en el/la espectadorx. Cabe destacar el trabajo de interpretación y código teatral propuesto por los actores y la dirección, dando pie a que cada escena se convierta en un sketch hilarante. Los actores pasan por un sinfín de personajes con gran versatilidad y fluidez, el tempo y los gags bien medidos, hacen que independientemente del tema te saquen una risa.
¡Enlace copiado!