Ya lo decía Barney Stinson en la famosa serie de Cómo conocí a vuestra madre: «Ponte traje». Y es que, efectivamente, pienso que es una indumentaria que siempre sienta bien. Lo que no sabía es que un mismo traje pudiera encajar a la perfección en dos actores tan diferentes, pero con el mismo talento.
Javier Gutiérrez y Luis Bermejo se enfundan en un papel diseñado milimétricamente para llegar a nuestras tripas y activar la risa, la incomodidad y el desasosiego que generan los tiempos que corren. La premisa de la que parte la historia no puede ser más «ridícula» (desde el buen sentido de la palabra). Día de rebajas, dos personas se pelean por la misma prenda y ocurre un accidente. Pero, a partir de ahí, se crea un ring actoral, donde el segurata del centro comercial y uno de los afectados, se dejan la piel discutiendo, en clave de comedia negra, sobre el claroscuro de la vida.
Una lección artística y social que ya ha dejado huella en su gira y que ahora también lo hará, hasta julio, en el Teatro de la Abadía de Madrid.