Ayer salí de Replika Teatro con los oídos y la cabeza zumbando, como si hubiera estado dentro de una máquina que piensa, respira y se rebela en forma de sonido. La obra de Lolo & Sosaku no es una experiencia convencional, y eso es exactamente lo que la hace interesante.
Électrôn 45CC L = 20NM, W20NM no busca complacer con armonías suaves ni melodías reconocibles. Aquí los protagonistas son los materiales, las vibraciones, los objetos que cobran vida. Todo suena, todo vibra. Y aunque confieso que en varios momentos me sentí fuera de mi zona de confort, también me sorprendí prestando atención con una concentración poco habitual. Hay algo hipnótico en esa construcción sonora, tan precisa como impredecible.
La puesta en escena es minimalista, pero poderosa. Cada elemento parece estar colocado con un propósito. Lolo & Sosaku no solo manipulan el sonido, sino que lo construyen en tiempo real, como artesanos tecnológicos. El dominio técnico es evidente y, aunque la propuesta no siempre resulta “amable” para el oído acostumbrado a lo melódico, sí abre una puerta a otra forma de escuchar.
Recomiendo esta experiencia a quienes buscan salir del molde, a los que disfrutan del arte sonoro, la experimentación y las performances que sacuden más que entretienen. Porque a veces, el teatro no es solo lo que se ve o se entiende, sino lo que se siente cuando se está ahí, escuchando con todo el cuerpo.