Dos personajes, una pareja y decenas de escenas de la vida cotidiana. Las relaciones personales pueden ser una de las principales fuentes de bienestar… o de malestar. El concepto del matrimonio y la definición del divorcio. Qué pasa antes y después. Cómo se llega a desgastar tanto una pareja. El recambio de energía entre Juan y Mariana hace tocar fondo su relación. Todo explota sobre el escenario. Y no se sabe hacia dónde se dispara su futuro.
La obra no hace referencia a ninguna época en particular, pero sí hace cómplice al público. Transitan por la ironía, la risa y hasta el drama. Por no decir, también, la violencia. Son escenas, como dice el título de la obra, “de la vida conyugal”, por eso muchos espectadores se ven reflejados. Y eso se nota en los comentarios en el auditorio, en los gestos cómplices, y hasta en lágrimas que se piantan solapadamente.
Andrea Pietra y Ricardo Darín representan la obra maestra de Ingmar Bergman, con la dirección de la gran Norma Aleandro. La actuación de los dos argentinos es Notable (así, con mayúsculas). Representan de una forma tan sencilla, y a la vez, tan profunda a una pareja que se ama, pero que atraviesa obstáculos. En fin, lo que a la mayor parte de los espectadores le ha pasado, le pasa o le podría llegar a pasar.