Víctimas colaterales de la política del miedo

Excalibur y otras historias de animales muertos

Excalibur y otras historias de animales muertos
10/10/2021

Una creación de las Hermanas Picohueso, a los que nosotros conocimos a la Feria de Tàrrega 2017 con la propuesta Nadie va a los cumpleaños en verano, pieza con la que iniciaron su recorrido.

La compañía Hermanas Picohueso, de Mallorca, está integrada por cuatro artistas amantes de la tecnología que beben de fuentes escénicas, literarias, cinematográficas, fotográficas, YouTube, historias de sus abuelas y experiencias propias. Con esta propuesta, persiguen la voluntad de desdibujar los roles de cada uno de los integrantes de la compañía encima el escenario.

El espectáculo tiene como punto de partida el juego de mesa «Expolio», creado por la misma compañía, que hace evidentes las estructuras del poder y del que nace la dramaturgia del espectáculo.

Excalibur y otras historias de animales muertos se estructura en a base de diferentes historias relacionadas con los miedos mundiales y la desconfianza, y todo con un despliegue técnico propio de la televisión en directo. Todo desde la mirada de los animales muertos que, sin saberlo, han sido las víctimas colaterales de las políticas del miedo.

Dolly, la primera oveja clonada de la historia, es la presentadora de un programa de televisión «El Ornitorincón», que cuenta con una corresponsal muy especial, la perra Laika, el primer animal enviado al espacio dentro de una nave espacial. En el programa van apareciendo unos renos descongelados en Siberia, a causa del cambio climático, que murieron por el ántrax, unas gallinas sacrificadas por la gripe aviar, o las vacas sacrificadas por la enfermedad de las vacas locas y Excalibur, víctima de la supuesta llegada de la Ebola a nuestro país.

Una reflexión sobre las epidemias y catástrofes de impacto mundial que han sido utilizadas por parte del poder como mecanismos de miedo y control. Una reflexión sobre la influencia de las grandes multinacionales farmacéuticas en la difusión de estos miedos. Una puesta en escena arriesgada y muy elaborada, con la utilización del vídeo en directo y la creación de escenas con maquetas y elementos que «parecen» desordenados al escenario.

Una gran espontaneidad y energía en los cuatro intérpretes que traspasan los límites del mismo escenario, provocando ganas de participar. Unos títeres «vivos» que nos van soltando mensajes sutiles pero efectivos sobre la gran manipulación a la que todos estamos sometidos desde los poderes económicos o políticos.

Se agradece muchísimo poder ver una propuesta escénica meditada hasta el último detalle y cocinada despacio, con muchos meses de trabajo detrás, a la que se tiene que añadir la implicación total de los actores con unas interpretaciones que creemos son por ellos realmente estresantes y agotadoras.

Una propuesta atractiva, joven, fresca y un poco alocada, que nos ha gustado mucho.

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