Abordar la complejidad de la amistad puede ser tan difícil como subir a uno de los picos más complicados del planeta. Esta obra, que navega entre la comedia y el drama, aborda la compleja relación de cuatro mujeres unidas por una profesión, una pasión y una frágil amistad que, además, se empeñan en poner a prueba.
Una trama atrevida, sincera y potente, maravillosamente interpretada, dirigida por Sergi Belbel, un todoterreno de las artes escénicas.
Vas a ser testigo de cómo se teje una amistad, con nudos sencillos al comienzo, pero que se van complicando a medida que se desarrollan los acontecimientos.
Disfrutarás de una obra con puñaladas traperas, confesiones valientes, así como momentos de ternura y superación. Vamos, lo que viene siendo una amistad. Cualquiera que tenga un grupo de amigas sabrá de lo que hablo.
Uno de los elementos que más me sorprendió fue lo bien que están construidos los personajes, y cómo las actrices integraban su pertenencia al mundo de la escalada profesional, manejando con soltura la jerga de esta disciplina deportiva y, sobre todo, usando el material técnico.
La escenografía es impactante. Me gustó que deliberadamente les dejen tan poco espacio a las actrices para moverse. Esto logra que te sientas mucho más cerca de la montaña y aumenta la sensación de acorralamiento. La montaña se convierte en una ratonera y las obliga a resolver la situación allí y con urgencia. No hay escapatoria.
En resumen, un espectáculo interesante, con momentos cargados de ironía y comedia, y que aborda un tema tan interesante y necesario como es el de la amistad y las relaciones interpersonales, esas que nos humanizan y nos hacen ser quienes somos.