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Una defensa de la educación y la memoria histórica

Francisco Ferrer. ¡Viva la Escuela Moderna!

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Francisco Ferrer. ¡Viva la Escuela Moderna! → Teatro de La Abadía
17/11/2025 - Teatro de La Abadía

Francisco Ferrer. ¡Viva la Escuela Moderna! es un espectáculo dedicado al activista político y pedagogo que creó un modelo educativo revolucionario en España a principios del siglo XX. La propuesta nace del compromiso y preocupación teatrales que han acompañado a José Luis Gómez a lo largo de su extensa y reconocida trayectoria como director teatral: la mirada hacia la memoria.

La mera elección de Francisco Ferrer como objeto de una producción escénica ya cumple con creces el cometido. Es más, se trata realmente de la recuperación de una figura importante del siglo pasado que continúa siendo hoy desconocida por el gran público. Por ello, simplemente acercarse al teatro para descubrir quién fue Francisco Ferrer merece la pena. Es un primer aliciente fantástico. A este le sigue otro de gran categoría: la reunión en un escenario de cuatro actores emblemáticos del Teatro de La Abadía que vuelven a trabajar junto al director fundador del espacio escénico del barrio de Chamberí 30 años después. José Luis Gómez acierta en su elección, demuestra que conoce en profundidad a los intérpretes y sabe cómo hacerlos brillar al máximo cumpliendo con sus principios teatrales.

Ernesto Arias, Jesús Barranco, David Luque y Lidia Otón son hoy cuatro intérpretes con una dilatada carrera profesional y con una calidad interpretativa extraordinaria. La máxima teatral de Gómez de centrar el trabajo escénico en el actor y la palabra se cumple en los cuatro con rigor, elegancia y verdad escénica. Cuando hoy se dice que se aprecia y se disfruta desde la butaca a un intérprete que ha sido formado en el Teatro de La Abadía no se trata de un simple cumplido, sino de un reconocimiento gozoso al talento genuino y a la excelencia. Concretamente en sus monólogos Lidia Otón hace alarde de su maravillosa versatilidad interpretativa que está siempre impregnada de verdad. Ernesto Arias, David Luque y Jesús Barranco ofrecen en todo momento una interpretación llena de matices y las escenas compartidas se ven ampliamente enriquecidas por el equilibrio solvente de todo el reparto.

El dramaturgo belga Jean-Claude Idée, con la traducción al español de Pollux Hernández, presenta una dramaturgia que reconstruye el dudoso proceso judicial al que fue sometido Francisco Ferrer que desembocó en pena de muerte, tras ser acusado de ser el instigador y participar en los incidentes de la Semana Trágica de Barcelona. Fue ejecutado el 13 de octubre de 1909. El montaje nos muestra las entrevistas de Ferrer con el juez instructor militar y el abogado de oficio, las cuales se intercalan con los testimonios de su esposa Teresa Sanmartín, que trató de asesinarlo de un disparo, una de sus más motivadas discípulas, la Señorita Meunier, y su hija menor, Sol Ferrer.

Francisco Ferrer fue pedagogo anarquista, republicano, ateo y masón. Si bien algunas partes resultan excesivamente pedagógicas por redundar en información ya aportada, el texto presenta con claridad y perspectivismo los hitos de la vida de Francisco Ferrer. Especialmente las escenas entre Ferrer y el juez instructor y más aún las que comparte con su abogado defensor son riquísimas y se ven muy bien completadas con los testimonios aportados por las tres mujeres de la vida de Ferrer, quienes aportan una mirada personal diferente y distante del Ferrer político y pedagogo. Este recorrido vital permite exponer en detalle los fundamentos y valores educativos sobre los cuales Ferrer asentó su nuevo y revolucionario modelo educativo.

La escenografía hace posible este viaje que mezcla filosofía y realidad en una comprometida utopía educativa gracias a su funcionalidad: unos bancos que comienzan la función apilados crean los diferentes escenarios convirtiéndose en bancos de una capilla, de una celda, de una escuela. Un gran muro como pared que es obstáculo, opresión, pizarra y muerte. La música acompaña y completa la acción con mucha eficiencia y la iluminación se caracteriza por su belleza y efectividad en la generación de atmósferas que transmiten sensaciones muy intensas y contrapuestas.

Francisco Ferrer. ¡Viva la Escuela Moderna! es un espectáculo que se erige en una firme defensa de la educación y la memoria histórica con un reparto extraordinario que hace de su actuación una gustosa y admirable lección de buen hacer teatral.

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