Una experiencia teatral memorable, llena de ingenio, encanto y un talento interpretativo desbordante. Esta comedia de enredos, obra maestra de Lope de Vega, brilló con luz propia gracias a una dirección artística que supo modernizar su esencia (muy gracioso el anacronismo del ‘¡Hola!’) sin perder un ápice de su riqueza clásica.
El elenco estuvo magistral. Mención especial a Leticia Ramos, gran protagonista, cuya transformación de «boba» con acento pijo de La Moraleja a mujer inteligente y apasionada fue tan hilarante como conmovedor. A las buenas cualidades de todos, se suma la música en vivo que interpretan, lo que añade una capa adicional de emotividad y diversión.
La verdad que nunca había estado en el Corral de Cervantes y me sorprendió cómo logran hacerte sentir en el Siglo de Oro estando en la Nave de Terneras del Matadero, tanto por la escenografía como por el precioso vestuario. En resumen, La dama boba logra revivir el genio de Lope de Vega para una audiencia contemporánea.
PD: Aplausos a Nuria Gil por ser tan camaleónica como icónica. No puedo olvidar a otro gran protagonista de la obra, el bigote postizo rebelde con el que estuvo luchando para que se quedara bien pegado.
PD2: Si en breve planeas casarte, prepárate para coger un ramo.