El musical de Grease sigue más vivo que nunca con su regreso a la cartelera madrileña en el Teatro Nuevo Apolo.
¿Quién no ha cantado las canciones de Grease Lightning o Summer Nights con sus amigos, en una discoteca o en la tele? No es fácil llevar al teatro un musical que todos hemos visto en algún momento y del que todos tenemos algún recuerdo que asociamos con momentos felices de nuestras vidas, pero el elenco, los músicos y los técnicos de esta nueva propuesta hacen que merezca la pena ir a verla. Con motivo del 50 aniversario de su estreno original en Chicago, SOM Produce trae a Madrid, después de tres años de gira por España, una nueva producción de Grease que hará las delicias de cualquier espectador/a con ganas de pasárselo bien.
Y es que todo está de 10 en este musical. La aparición de Adrián Lastra como ese maestro de ceremonias divertido, sarcástico, mordaz es todo un acierto. Adrián interactúa con el público, sus compañeros y con todo el que se preste para deleitarnos con su presencia y magnetismo. El resto del elenco están soberbios también en su trabajo. Lucía Peman ofrece una Sandy tierna, dulce y lo complementa con una voz preciosa y afinada. Quique Niza, por su parte, nos cautiva con un Danny macarra, rebelde, chulo y, sobre todo, divertido. La dirección de David Serrano se nota en el buen hacer del resto de bailarines y cantantes que dan lo mejor de sí mismos para traer esa esencia del Estados Unidos de los años 50 al escenario. Por su parte, la banda de música, el vestuario y la iluminación hacen que el conjunto sea digno de ver.
Un acierto volver a traer a la cartelera este musical que no puedo más que recomendar a todos los fans de la película original y de los musicales.