El arte de decirlo todo sin palabras. Un espectáculo que te parte en dos. Guillem Albà te lleva de la mano, valiéndose de la risa y la reflexión, a través de un viaje sobre lo acelerado de la vida y lo poco atentos que estamos al silencio con todo el ruido que hay afuera. No conocía de nada al actor, pero me gustó tanto que me dieron ganas hasta de pedirle que fuera el padre de mis gatos. Más piezas así, por favor! Más teatro así!
Super recomendable.