Payasos y músicos de honores

Los Aragón han regalado muchas cosas a la cultura de este país, porque invertir en humor es sinónimo de inteligencia y, por eso, regalar risas es también regalar cultura. En el espectáculo ‘Había una vez, mi familia’ encontramos todo esto. Hay humor, muchas risas pero también podemos conocer la historia de varias generaciones de payasos de la saga de los Aragón y claves del mundo del clown en general. Un recorrido en el que la música tiene una presencia muy significativa y en el que los mayores van a reconocer melodías y guiños a cosas y situaciones típicas de los años 70 y 80. Y es que en este espectáculo ese público hoy adulto que ha crecido con la música y los sketchs de los payasos de tele va a disfrutar (y mucho) de esta joya intergeneracional. Afirmo, además, que es perfecto para varias generaciones porque los pequeños también lo pasan en grande y es un espectáculo fantástico para que ellos descubran cómo era esa tele en blanco y negro y esas maneras de hacer reír a los niños y niñas de otros tiempos. Escenas y momentos de siempre que siguen funcionando de maravilla con el público porque al final son claves cómicas tan, tan universales que han conseguido seguir en pie con el paso de los años y divertir a mayores y pequeños al mismo tiempo. Un largo rato para recordar, cantar y reír que es lo mejor que podemos hacer con la familia. Desde los 5-6 años hasta los 110 (más o menos) es una cita perfecta para pasar un buen rato y emocionarnos con muchas cosas, porque si hay algo que nos toca la patata de lo lindo es aquello que nos remite a nuestra infancia. ‘Había una vez, mi familia’ es un homenaje precioso a la profesión de payaso, a las canciones con las que hemos crecido varias generaciones, al talento y al trabajo de los Aragón en el mundo del espectáculo.