Maravilloso, Imperdible, Emocionante.

La Compañía Números Imaginarios nos sorprende, nos lleva de fiesta, nos golpea emocionalmente, nos hace VIVIR la experiencia única de ser parte de la gran obra del bardo. «Hamlet Entre Todos» es una experiencia única, literalmente.

Cuatro asistentes te cogen de la mano y te dan uno de estos cuatro papeles de la obra: Claudio, Gertrudis, Ofelia u Horacio y formas un grupo. A partir de ahí te meten en Elsinore y te hacen formar parte de la historia del Príncipe Hamlet. Alejandro Pau te coge de la mano y te hace reír, te hace llorar, te hace cantar, sonreír y disfrutar de la experiencia del teatro. Él interpreta a Hamlet y el público al resto. Es la verdadera experiencia participativa. Vivirás Hamlet de la manera más inmersiva y llegarás a comprender el clásico de manera fácil. El director, Carlos Tuñón, no sólo reestructura Hamlet para que el público participe en ella, sino que también le da una vuelta de tuerca, la moderniza y la anima, lo que es actualizar un clásico. Lo hace con maestría y conocimiento y la llena de música (Casi se podría llamar «Hamlet, el Musical»). Tuñón y Pau seleccionan las canciones con acierto, cada canción acompaña maravillosamente al momento en el que aparece. El momento de la muerte de Ofelia es de una belleza pocas veces puesta en escena, sencillo, directo al corazón.

De Alejandro Pau se pueden decir muchas cosas: maravilloso, bestia escénica, poderoso, con presencia, expresivo, amable, que no puedes dejar de sonreír cuando lo ves actuar (o llorar, depende del momento de la obra). No sé cómo lo hace, pero sostiene el solito un Hamlet de cuatro horas, bueno, con su guitarra. Canta, baila, habla al público, te saca, te hace bailar, etc… y todo desde un trabajo riguroso y adecuado. Pau dota a su Hamlet de mil matices, mil tipos de llorar, de reír, de mirar al banco de las Ofelias, de abrazar a los Horacios, de recelar de los Caludios o de sonreír a las Gertrudis. Con belleza, música y expresividad Pau construye un Hamlet que muchos actores de primera línea querrían para sí. Como dije en un tuit: «es guapo, actúa genial, canta, toca la guitarra, habla inglés, francés… ¿Y yo qué? Poh me mato.»

A Tuñón ya le puse por las nubes por su montajazo «La Cena del Rey Baltasar», pues su «Hamlet entre Todos» es mejor aún si cabe. Qué maestría en darles vueltas de 180 grados a los clásicos, acercarlos al público y RESPETARLOS. Como en su anterior montaje la propuesta es muy visual, Tuñón, Miguel Ruz y Daniel Jumillas crean un espacio sonoro y visual de belleza inimaginable. Había momentos que eran como fotos. Precisos, todo previsto, todo en perfecto lugar para dar una forma al proyecto que eleve a este Hamlet a las nubes. La iluminación de Miguel Ruz fue de lo que más me gustó, a todo lo dota de un aire de misterio, de amor y de acción que dejan sin aliento. Si la obra es tan maravillosa es, en parte, gracias al trabajo de este iluminador. Daniel Jumillas realiza un trabajo cuidado con el sonido, cada canción, cada efecto adecuado al momento, acompañándolo y subrayándolo.

Esta es una experiencia única, cada función es distinta y de los espectadores salen cosas maravillosas. Este es un Hamlet espontáneo y colectivo. Cada función es una aventura. ABSOLUTAMENTE IMPERDIBLE. No vas a poder vivir el clásico de Shakespeare tan metido, eres parte de la función. VÍVELA.