Aunque Invencible empieza en tono de comedia tiene más de drama de lo que pensamos en un primer momento. Invencible nos narra los encuentros y desencuentros de dos familias de clases distintas, que viven en la misma calle, en el mismo pueblo y a las afueras de Madrid, donde sin darse cuenta su vida cambiará la noche en la que se conocen.
Todo parece perfecto para que las dos parejas formadas por: Maribel Verdú, Jorge Bosch, Pilar Castro y Jorge Calvo finalmente se conozcan, pero desde que Pilar abre la puerta de la casa de Maribel y Jorge la velada irá de mal a peor.
La parte de la comedia está muy bien elaborada y encaja muy bien con la obra, en cambio la parte dramática en una ocasión en especial me dejo en sock y me desconcertó. Sabemos que algo la ocurrió a Emilia con un hijo, intuimos que algo está mal con ella, cuando sube constantemente a ver a su hijo y a su hija a la habitación, pero desconocemos el motivo exacto, hasta que de un momento a otro nos encontramos con la realidad de su vida imperfecta y su drama.
Es una historia de parejas, que aunque no tienen nada en común se parecen más de lo que creen. La soledad y pena del personaje de Maribel, se esconde bajo sus pinturas y bajo su forma de ser. Emilia parece tener siempre la razón, lleva los pantalones de la relación y su pareja de algún modo parece un florero, aunque te das cuenta que es el más cobarde de la pareja, el que parece que nunca sufre y está a la sombra de su pareja.
En contraposición Pilar y Jorge desde un primer momento el espectador ve que la cosa en la vida de ellos no va bien y cuando llega el momento de la verdad ni nos inmutamos.
Me gustan las diversas metáforas que aparecen y que son imperceptibles al espectador cuando estamos viendo la obra, pero cuando se cierra el telón eres consciente de lo que significan y el motivo por el que están puestas en ese instante exacto, pero no desvelaré nada para que podáis descubrirlo vosotros/as mismos/as.
Maribel Verdú, Jorge Bosch, Pilar Castro y Jorge Calvo están maravillosos en Invencible y que la escenografía sea una delicia y sea maravillosa y acorde con la pieza teatral, también ayuda al espectador a meterte en este torbellino de idas, venidas, de secretos, de gatos que parecen el centro de la obra y luego son secundarios, de drama, de vida y de muerte.