La habitación, de la compañía Teatro del Sótano, es un homenaje a Edgar Allan Poe y a las creaciones televisivas de Chicho Ibáñez Serrador.
Dos hermanas reciben a un doctor endeudado en su tétrica casa una noche de tormenta para pedirle un favor. La obra se sustenta casi exclusivamente en la narración de los personajes, que mantienen al espectador en vilo en todo momento. Los tres personajes se cuentan con todo lujo de detalles historias terribles sobre su pasado.
El escenario estaría totalmente desnudo si no fuera por un par de banquetas y unos cuantos candelabros, que las hermanas encienden y apagan indicando así el comienzo y final del espectáculo. Existe un pasadizo con escaleras hacia la derecha de la sala. El público no llega a ver lo que sucede ahí arriba; debe imaginarlo.
Voces extrañas, sonidos de lluvia, sombras amorfas, iluminación a modo de relámpagos y un par de sustos que terminan en risas durante el comienzo del espectáculo. En definitiva, un montaje sugerente, atrevido y divertido con giros inesperados, que los amantes del género gótico y del teatro no pueden perderse.