La habitación

Propuesta inusual, en las carteleras (aunque esta lleva 3 años!) donde no es habitual ver obras de terror/miedo, y que, curiosamente, ahora (09/2021) coincide con La Mujer de negro. Un homenaje en igual medida a Poe y su mundo de oscuro pavor, al teatro filmado de Estudio 1 y las Historias para no dormir de Chicho Ibáñez Serrador, donde no desentonaría en absoluto. De hecho, la introducción inicial del autor y director, Francisco de los Ríos, recuerda a las de Chicho y nos introduce ya en la obra (qué olvidadas están las prefunciones, por desgracia).

Cuidadísima ambientación, iluminación y diseño sonoro perfectamente dedicados a conseguir un ambiente inquietante, de calma que esconde secretos, con velas, algún chillido y una tormenta que no cesa.

Dos hermanas tan atormentadas como el médico al que recurren, una habitación que no vemos,  una mansión de época en medio de la nada, noche de tormenta…No explicaremos más ni cómo se acercan los actores a su personajes pues la sorpresa o la intriga lo es todo en estas propuestas.  Los elementos claros del terror gótico magníficamente ambientada con poca pero cuidada escenografía, muy eficaz uso de iluminación con velas, sombras y efectos de sonido. Todo ello consigue una ambientación perfecta de cuento de terror, insinuando más que enseñando y es que el miedo surge más de lo que imaginamos que de lo que vemos.

Lo mejor: la muy conseguida ambientación, atmosfera nebulosa donde se difumina la realidad y empiezan las pesadillas.

Lo menos mejor: en algún momento, ya avanzada la obra, decae algo el ritmo.

En resumen: La Habitación es una propuesta recomendable, de género, con aire a teatro clásico, lejos de estridencias y siguiendo los cánones en una historia nada fácil de llevar a escena, apoyada en notables interpretaciones.

La habitación, de la compañía Teatro del Sótano, es un homenaje a Edgar Allan Poe y a las creaciones televisivas de Chicho Ibáñez Serrador.

Dos hermanas reciben a un doctor endeudado en su tétrica casa una noche de tormenta para pedirle un favor. La obra se sustenta casi exclusivamente en la narración de los personajes, que mantienen al espectador en vilo en todo momento. Los tres personajes se cuentan con todo lujo de detalles historias terribles sobre su pasado.

El escenario estaría totalmente desnudo si no fuera por un par de banquetas y unos cuantos candelabros, que las hermanas encienden y apagan indicando así el comienzo y final del espectáculo. Existe un pasadizo con escaleras hacia la derecha de la sala. El público no llega a ver lo que sucede ahí arriba; debe imaginarlo.

Voces extrañas, sonidos de lluvia, sombras amorfas, iluminación a modo de relámpagos y un par de sustos que terminan en risas durante el comienzo del espectáculo. En definitiva, un montaje sugerente, atrevido y divertido con giros inesperados, que los amantes del género gótico y del teatro no pueden perderse.