Rodgers & Hammerstein (II, que se olvida), “crearon” (con matices) los musicales como los entendemos (integración música y trama), y, además, tocaron temas sociales. Para TV, compusieron esta versión del cuento, que vivimos como nueva pese a conocerla, mérito enorme. No es su mejor obra, pero su música rebosa calidad, como siempre, y la orquesta, dirigida con entusiasmo por Xavier Torres nos traslada ese sonido y melodías tan elegantes magistralmente. Como siempre en Stage, la producción es espectacular, cuidada al detalle, te atrapa visualmente desde antes de que se alce el telón, escenografía, sonido, vestuario, pelucas…, aunque, para mi gusto, en este caso, con demasiadas proyecciones (quitan grandeza a una propuesta así) y, como en Aladdin, encontré menos magia/ ilusionismo […]