Podría escribir la recomendación más larga del mundo sobre Los Miserables. No la leería nadie, así que os ahorro los detalles, historia, curiosidades… del montaje y voy al grano: corred a comprar entradas. Yo ya lo hecho para varias funciones.
Les Mis vuelve, justo el año de su 40 aniversario. He visto esta obra, en todos los formatos y calidades posibles, más veces de las que puedo admitir en público, la llevo en la piel… Eso podría significar que mi fascinación por esta partitura, el mejor final de primer acto posible, apoteósico, me lleva a loar siempre la obra. Al contrario, soy un tiquismiquis y cada ligero matiz que no llega a la perfección capta mi atención; pocos hay en este montaje, producción calcada (no mi favorita, pero eso es otro tema) a la que se ve en Londres desde hace unos lustros, de una calidad apabullante, vestuario, maquillaje…
Los Mis es un fenómeno mundial, y, espero, ha vuelto para quedarse. El musical no del año, ni de la década, el de una vida. Pura emoción, que eso es el teatro, en una historia de redención, sentido de la vida, ideales, entrega… lleno de canciones que se te pegan al alma.
Lo mejor: en la primera previa y ya hay interpretaciones como Adrián Salcedo (Valjean) Elsa Ruiz de Monleón (Éponine) o Xavi Melero (Thénardier) a un nivel notabilísimo, como si llevasen tiempo en la piel de esos personajes, lo que augura una calidad interpretativa general más que notable. También, el esfuerzo, que se nota y agradece, por que las letras lleguen claras al público, no siempre pasa, y aunque no se consiga en La Confrontación, dificilísimo, ciertamente, si en el rsto del montaje.
Lo menos mejor: un punto de mayor intensidad en la iluminación, especialmente en los solos, sería de agradecer (siendo consciente que este montaje, con los dibujos de Víctor Hugo, es pretendidamente oscuro, como las calles de Francia del momento) y la orquesta al principio sonaba algo metálica (amento no conocer el término académico)
En resumen: Emoción y calidad. Más que un musical, una experiencia para vivir. Las barricadas nos esperan.
