Daniel Fez, para los despistados, tiene miles de seguidores en redes con sus descacharrantes videos donde su personaje (ojo), comenta tutoriales de internet para ligar, por ejemplo Imposible no sonreir ante sus reacciones, inteligentes bajo la apariencia de perdedor, y las estupideces de los “tutores” que deja en evidencia. No soy seguidor como tal pero cuando me sale, bendito algortirmo, uno de sus videos, me relajo y sé que tendré un ratito de buen humor.
Pues con ese bagaje compré para su espectáculo. Y, claro, no es lo mismo. Creo que ni había pensado cómo llenar una hora y media a partir de esos tutoriales, pues quedaría repetitivo y aburrido. Lo que hay es un monólogo humorístico como tantos y tantos, aderezado con su humor personal, que marca la diferencia. Un fragmento fnal de tutoriales, demasiado cortito, y excesiva participación del público que no aporta nada más que llenar minutos para llegar a los 90’ exactos.
Lo mejor: tiene capacidad, y grande, para improvisar dadas las reacciones del público y nos salpica su proximidad y ternura entre tantas risas. Reímos del postureo, el aparentar, pequeñas miserias… Y, no nos engañemos, reímos porque a veces es un espejo. Y de ahí la cercanía inmediata que consigue en las pantalls y en el escenario.
Lo menos mejor: el monólogo en sí no es especialmente divertido ni original y hay algo de relleno.
En resumen: para fans. Si no, puedes perderte en ese universo disparatado. Es más divertido en redes? Sí. Mucho. Vale la pena acercarse a verlo? Sí, sin duda. Es sólo que no me da para reptir. pese a su habilidad de proyectar una personalidad de alguien con quien te gustaría charlar un rato.