¡Guau, guau, guau! Como alguien que de pequeño detestaba leer (no, en cambio, el cine) y que adquirió el hábito lector gracias a La historia interminable (entre otros libros), puedo asegurar que estamos ante uno de los mejores espectáculos que he disfrutado. Parecía una labor imposible recrear un universo tan vasto, variopinto y colorido como el de Fantasía y, sin embargo, se logra (superando cualquier expectativa) gracias a una potente e imaginativa arquitectura escenográfica. Los numerosísimos cambios de escenario que se producen dentro de Fantasía y las transiciones entre el mundo real y el imaginario están resueltas con gran genialidad y precisión. No podía ser de otra manera, teniendo en cuenta que detrás está el productor Darío Regattieri (encargado del hermoso montaje Antoine, la increíble historia del creador de «El Principito»). Cabe destacar además la música de los ochenta y la excelente labor de vestuario, que ha supuesto cuatro meses de trabajo.
Bastián Baltasar Bux, el caballo Artax (parecía de verdad), Atreyu, el dragón Fújur, el Comerrocas, Gmork, la Emperatriz Infantil, el librero Koreander, la Nada…, todos ellos están ahí (como no podía ser de otra manera), pero también encontramos a Ygrámul el Múltiple, personaje que fue eliminado (no entiendo por qué) en la película de Wolfgang Petersen (fallecido en agosto de este año). Es sabido que el alemán Michael Ende manifestó su desagrado con la adaptación cinematográfica, a pesar de que esta marcó a toda una generación y sirvió a muchos para acercarse al texto original. Es sabido también que Ende compuso una de las obras maestras de la literatura universal, llevando el juego metaficcional hasta sus máximas consecuencias para poder transcribir con palabras el proceso de lectura mediante el cual accedemos a la dimensión de la ficción. Lo demás es historia.
Un ambicioso espectáculo altamente recomendado para todas las edades, tanto para los amantes del libro y la película como para los que nunca lo hayan visto/leído, pero sobre todo para cualquier persona soñadora que quiera trasladarse a un mundo mágico que nunca olvidará.