Nunca pensé que Matadero pudiera convertirse en un puerto y que desde allí pudiéramos embarcar en la navegación más mítica de todos los tiempos: El Titanic.
Que no te confunda la película… En este viaje no encontramos a Leonardo DiCaprio, ni a Kate Winslet, ni Céline Dion le pone banda sonora a nuestro paseo de popa a proa; sino que recorremos la memoria real de un naufragio que ha dejado una huella imborrable en la historia.
Anécdotas, recreaciones, una pequeña orquesta de cuerda que emociona y mucha realidad virtual. Eso es lo que encontraremos en esta exposición inmersiva, en la que podrás conocer los diferentes camarotes, escuchar las conversaciones del resto de pasajeros e incluso revivir el trágico choque del iceberg, con una ilusión óptica que “asusta” por su veracidad.
Sin duda, una experiencia diferente en alta mar que te hará navegar por el pasado desde la tecnología del futuro.