Si en Inglaterra surgió Mamma Mia, en España tenemos el boom de La llamada, una comedia musical vitalista y súper buen rollera que lleva en cartel ocho años habiéndose convertido en un referente indiscutible del teatro español. Los encargados no son otros que los talentosos Javier Calvo y Javier Ambrossi, creadores también de grandes fenómenos como las series Paquita Salas o Veneno. Sus obras, comprometidas siempre con la causa LGTBI, no renuncian al humor a pesar del drama. Y es que la idea principal que nos transmiten cualquiera de estas historias es un canto a la tolerancia y a la libertad de elegir a quien poder amar, una libertad que no debería ir reñida con la religión que uno pudiera practicar.
La llamada encajaría a la perfección dentro del género que se ha venido a denominar “feel good”, es decir, una obra con un mensaje positivo sobre la vida (y sobre la difícil tarea a veces de encontrar tu sitio en el mundo), y con canciones de Whitney Houston de fondo. Si a esto le sumamos las grandes interpretaciones del cuarteto de actrices protagonistas, se entenderá la clave de su éxito, un éxito que combina a la perfección la emoción con la naturalidad y la frescura de unos diálogos que provocan la risa.