El umbral de la dignidad; estás por debajo y, por ello, eres una puta. Eres una puta y, por ello, estás por debajo. La tensión – sexual o no – y el tema tabú de la prostitución sobrevuelan la escena a través de las palabras de Juana Escabias, la dirección de Juan Estelrich y la iluminación sorprendente de Nicolás Fischtel.
Ramón Langa encarna a cualquier hijo de puta, al hijo de la gran puta que llevamos dentro. Es nuestra curiosidad y la voz de una sociedad anestesiada que vive por vivir.
Natalia Dicenta es Sherezade, con relatos sobre mil noches que interpreta primero como puta en un tránsito hacia la persona. Sus palabras no son mágicas ni espectaculares, sino que desprenden odio, asco y desprecio hacia una sociedad que hace oídos sordos al dolor ajeno.
¿Qué nos ha llevado hasta aquí?