Cuando te sientas en la butaca del teatro Fígaro y comienzas a escuchar a María Luisa Borruel, que interpreta y protagoniza la obra de teatro basada en el libro de Rosa Montero, “La ridícula idea de no volver a verte” con la cual comparte nombre, no puedes dejar de asentir con la cabeza en muchas ocasiones y reflexionar sobre muchas cosas de las que habla y que te llevan a la vida misma, a situaciones de nuestro día a día y a nuestras propias experiencias y sentimientos.
María Luisa Borruel interpreta encima de un sencillo escenario, a Rosa Montero, al paralelismo de sentimientos que la autora del libro encuentra con una Marie Curie que escribe un diario tras la muerte de su marido Pierre, y que la hace sentirse tan cercana a una mujer que no ha conocido, tras una situación similar. Con sus palabras nos evoca a todos a pensar en la perdida de algún ser querido, en el duelo y en el intento de superación de ese dolor.
En la obra descubrimos aspectos de Marie Curie que no son los que todos conocemos. En ella se habla de amor, de desamor, de perseguir nuestros propios sueños y no los de los demás; de que por muchos impedimentos como pudo tener Marie Curie por ser mujer en un mundo de hombres y otros muchos obstáculos de su vida, no dejo de luchar y perseguir sus sueños. Se habla de las relaciones entre hombres y mujeres, de aprender de cada situación de la vida, de levantarse y reinventarse…en resumen, de aprender a vivir con todo lo que conlleva la vida, y hacerlo más felizmente.
Un auténtico monólogo de reflexiones, interpretado por la actriz Borruel en solitario, que es digno de admiración.