LA YAYA me ha llegado al corazón, no solo por las canciones y el cariño con el que se nota que está creada, si no por el mensaje tan bonito que transmite.
La obra es un homenaje a nuestras abuelas, y hablo en plural porque, aunque esta historia habla de una yaya en concreto, podría ser cualquiera de las nuestras… La trama está contada desde el punto de vista de la nieta y combina melancolía y puntos cómicos de una manera muy adecuada. La pieza es amena, ya que va enseñando diferentes escenas clave entre nieta y abuela y, además, es amenizada con diferentes canciones.
Creo que es una obra con la que se puede sentir identificado todo el mundo… No solo las nietas, si no también las propias abuelas. Begoña Miranda, que interpreta a la yaya, consigue encarnar a la perfección a esa abuela manchega, esa abuela española que vivió la guerra civil y que mezcla la ternura y la desfachatez de una manera tan cómica. Por otro lado, tanto María C. Párraga como Yashmin Zamani interpretan a la nieta y sus distintas edades con mucha soltura, energía y espontaneidad. ¡Además cantan de maravilla!
El texto, de Jesús Briones, es ligero, divertido, fresco. Está muy bien estructurado. La verdad es que hacía tiempo que no me emocionaba en un teatro… Y esta obra lo ha conseguido.