Si tuviéramos que presentar esta obra como el clásico de Aristófanes, seguramente mucho público se echaría un poco atrás. Si los protagonistas asomaran en primera plana como Pistetero y Evélpides, no entenderíamos nada. Pero si leyéramos que Las aves es una pieza que retrata con muchísimo humor negro nuestra sociedad actual, en términos políticos, económicos, eclesiásticos y sociales, por lo menos la curiosidad ya asomaría.
El gran acierto de la compañía La Calórica es traer a escena conceptos inventados por el hombre, como democracia o capitalismo, y hacerlos explotar a través de historias cotidianas que, aunque suceden en las nubes, las palpamos a diario. No dejan títere con cabeza cuando los personajes interpretados por Xavi Francés, Aitor Galisteo-Rocher, Esther López y Marc Rius ofrecen un abanico de preguntas y reflexiones con las que seguir cambiando el mundo. Brillantes, absurdísimos y escalofriantemente veraces.
Mención aparte merece el vestuario de Albert Pascual que equivale a una enciclopedia visual que cataloga no solo los diferentes tipos de aves que aparecen, sino su equivalente humano o su misión en la sociedad que intentan construir. Cada detalle a nivel formar y metafórico está tan bien elaborado en toda la propuesta que repetiría con gusto para poder apreciarlos mejor. ¡Bravísimo todo!