Las Aves de La Calòrica es una propuesta que no se tendría que perder nadie. Es divertida, irónica, sarcástica, inteligente y original.
El contenido, el texto, la puesta en escena, la dirección, la caracterización, la interpretación… ¡Absolutamente todo es magnífico!
¿Cómo puede ser que una comedia escrita hará unos 2.437 años continúe siendo totalmente actual?
Las Aves, considerada la obra maestra de Aristófanes, se estrenó en el 414 a. C. en el Festival de Dionisio, donde ganó el segundo premio.
La comedia explica la historia de dos atenienses adinerados que, hartos de la injerencia pública en sus asuntos particulares, abandonan el mundo de los humanos y convencen a los pájaros para crear una nueva civilización.
Las Aves de La Calòrica es una revisión de esta comedia de Aristófanes. Época actual, siglo XX. Los protagonistas son Pisteter y Evèlpides, dos jóvenes que huyen de casa por haber cometido un acto delictivo. Del mismo modo que sus antecesores griegos, deciden abandonar el mundo de los humanos y convencen a los pájaros para crear una nueva civilización.
Las Aves es una creación colectiva de La Calòrica, una compañía con sello propio que, mediante el humor, crean obras contemporáneas muy originales.
Joan Yago firma la dramaturgia, y bajo la dirección de Israel Solà, los intérpretes son Xavi Francés, Aitor Galisteo-Rocher, Esther López y Marc Rius.
La Calòrica estudia los mecanismos emocionales que hacen funcionar el populismo neo-liberal y se cuestionan cuáles son los motivos de su auge a escala internacional.
En Las Aves no dejan a nadie fuera de su mirada crítica: La iglesia, la policía, el ejército, la justicia, la política, la humanidad.
Las Aves es una crítica al populismo, al capitalismo y a la sociedad con mucho sentido del humor.
Aquí es donde quedaría de fábula la frase: «El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra», aunque, en este caso, se convierta en pájaro.
¡No os la perdáis por nada del mundo!
Es una obra magnífica, el texto es brutal y los actores sensacionales.
¡Bravo por La Calòrica!