El creador argentino Fernando Ferrer desarrolla con gran astucia y talento su nueva creación: Lavapiés.
Con una puesta en escena intensa, creativa y con gran despliegue físico y emocional por parte de los nueve intérpretes, logran a la perfección contar los conflictos que suceden entre dos familias copropietarias que deciden poner a la venta un edificio que, en el pasado, fue un espacio cultural emblemático, y hoy está abandonado e inactivo.
Es comedia y drama al mismo tiempo, uno se ríe y se emociona a la par. Los vínculos afectivos entre España y Argentina, nuestros abuelos, las guerras, la gentrificación, la inmigración, el destierro, los desacuerdos son ejes que interpelan en profundidad al espectador.
La obra se lleva a cabo en el Teatro del Barrio, justamente en Lavapiés donde sucede la historia, pero además me gustaría destacar su belleza y el compromiso social, político y cultural que uno puede sentir a penas ingresa al teatro.