Lavar, Marcar y Enterrar, el musical, como su título indica, es la versión musical de la obra de texto de Juanma Pina, representada con mucho éxito en temporadas anteriores.
Con referentes temáticos, que no musicales, como Sweeney Todd o La tienda de los horrores ,algún toque de Tarantino y un tono pretendidamente algo “cutre”, encontramos una peluquería adecuadamente llamada Corta Cabezas donde no sólo cortan el cuero cabelludo si no que ya que están, ¿por qué no bajar la navaja algo más si eso arregla algún problemilla? Bien programada en estas fechas de Halloween, hay cadáveres, sorpresas, buenas caracterizaciones y mucho disparate.
Estética algo kitsch y música pop/rock que entra muy bien y suena original, en esta adaptación al género por parte de José Masegosa. Mezcla de comedia disparatada sin perder el suspense.
Lo menos mejor: le falta encontrar el ritmo adecuado y captar más nuestro interés, el griterío es excesivo, como la presencia de los 3 “clientes” de la peluquería y el recurso a la escatología para arrancar carcajadas. Algunos personajes tenemos la sensación de que ya los hemos visto en otras propuestas.
Lo mejor: las frustradas y frustrantes irrupciones (no haremos spoiler) en la peluquería de las aspirantes a policía interpretadas por Eva María Cortés y Sara Navacerrada, quienes aportan las mayores dosis de humor. Torpes, cabreadas, ridículas, muy divertidas.