Vois sur ton chemin… No nos hace falta tener el C1 de francés para entender la emoción de esas voces blancas que ahora mismo resuenan en tu cabeza y que entonan esa canción celestial que le da banda sonora a una de las mayores odas a la música que se han hecho para la gran pantalla: Los chicos del coro.
No sé si a ti te ocurre, pero yo siento un poco de miedo cuando se trata de una adaptación. Y más cuando pasa de un idioma a otro. Pero esta obra de teatro musical, no tiene nada que envidiarle a la película que tanto nos estremeció con su historia. Un internado, niños conflictivos castigados constantemente bajo el lema acción/reacción y la llegada de un profesor a la escuela que les cambia la vida a través de unas partituras.
Entre la versión original y esta encontramos algunas diferencias, pero que le dan incluso un plus a la obra. La primera que me parece un gran acierto es la inclusión de un grupo de niñas y de una maestra que, para mi gusto, es uno de los personajes más necesarios de la historia. Eva Diago se mete en la piel de la profesora Langlois y su bondad, inocencia y sentido del humor encandila a todo el patio de butacas.
La otra licencia que se permiten en esta versión se produce en la escena del registro de tonos, cuando todos los peques empiezan a cantar. Nos encontramos con canciones diversas propias de nuestra cultura e incluso con un niño que canta una copla que desata más de una carcajada.
Y para terminar, permitidme la debilidad que siento por Pépinot… Pero cada sábado me iría con él a esperar a sus padres y a darle un achuchón. Es increíble como un actor tan pequeñito puede meterse tanto en el papel y derretir el corazón de todos.
Los aviones de papel del final, la relación del profesor Mathieu con Pépinot, las canciones corales… Los chicos del coro es una delicia musical, una radiografía del pasado que nos hace reflexionar sobre el poder de las notas frente a los azotes con la regla de una educación dañina. Es, sin duda, la prueba irrefutable de que si las armas estuvieran cargadas de canciones, todo nos iría mucho mejor…