La semana pasada pude asistir al estreno de una obra que llevaba esperando con mucha ilusión y expectativas, el musical de «Los Pilares de la Tierra», un libro que ya me enamoró hace décadas y ahora por fin, puedo opinar sobre su musical.
Empezamos, destacando que uno de los mayores logros de esta adaptación es la impresionante calidad vocal de su elenco. Las voces de los actores no solo son potentes, sino que transmiten con gran intensidad las emociones que viven los personajes de la novela. La interacción entre las canciones y los diálogos se complementa perfectamente, y las interpretaciones vocales logran transmitir la pasión, el dolor y la esperanza que definen a personajes como Tom Builder, Aliena, William Hamleigh y, por supuesto, la creación de la catedral de Kingsbridge. . Estas voces elevan el espectáculo a tal nivel que en ciertos momentos crean una atmósfera profunda.
La adaptación de una obra tan extensa a un formato de dos horas es, por supuesto, un desafío. Sin embargo, la producción logra equilibrar esta complejidad de de manera efectiva. Si bien algunos detalles (como la complejidad interior del personaje de Aliena) se omiten para simplificar el relato, pero aún así los elementos esenciales del libro se mantienen intactos, permitiendo que la esencia de la historia sobre la lucha, la ambición y la construcción de la catedral sean fielmente representadas.
En cuanto a la escenografía, es impecable. Junto a los diseños de vestuario, la escenografía no solo recrean con precisión la época medieval, sino que también refuerzan la atmósfera majestuosa de la historia. La construcción de la catedral, un símbolo central de la novela, se representa de manera impresionante a través de «efectos» que dan la sensación de que todo el universo de Kingsbridge está vivo y en construcción.
En resumen, Los Pilares de la Tierra es una obra maestra que los amantes de la novela de Ken Follet disfrutarán.