Los Prodigios es un singular montaje teatral de una obra de Calderón de la Barca. Un intento vanguardista de acercar este texto del Siglo de Oro a nuestros días.
En escena, siete actores que interpretan diversos personajes en tres jornadas distintas, desarrolladas en Asia, Europa y África. Los protagonistas, tres héroes griegos, Jasón, Teseo y Hércules, buscan a Deyanira, la amada del tercero de ellos, que ha sido secuestrada por el centauro Neso.
La función es en realidad una comedia, de argumento relativamente complicado en sus inicios, pero siempre muy bien interpretada por los artistas que, además de dar vida a sus personajes, cantan, bailan e introducen gradualmente al público en la acción, permitiéndole variar el desarrollo de la misma con sus decisiones.
El espectáculo va claramente de menos a más, hasta el punto de que, en la tercera y última jornada, el público asistente ya forma parte de la representación y considera (casi) lógicas todas las locuras que se suceden.